Me quieren tanto tus ojos, que hasta parece mentira. Son como niños jugando con barriletes de almíbar. Es que en tus ojos encuentro la razón de mi delirio, y cuando vuelo en tus ojos, descubro que también son míos. Cuando se ven alejados, distantes en el olvido, por momentos siento que algo quedó sangrando escondido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
invitados están a comentar...