Los niños nunca deberíamos ir a la cama, cuando despertamos somos un día más mayores.
lunes, 28 de noviembre de 2011
Ojos tiernos de una luna, que se apaga y brilla poco en la mañana. Rastros de lágrimas secas, dolores escondidos tatuados en la almohada. Y son las cosas aun más pesadas al levantarlas.
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