Hay en tu cuarto una canción sonando. Guerrera, soy tu espada y vos mi escudo en este mundo, que gira desnudo y se va de su órbita, destruyendo las murallas va. Ya no temo por mí, no temo a la guerra, ¡sos mi escudo, nena!, un indio sabio y un corcel de Dios. Cabálgalo.
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