Los niños nunca deberíamos ir a la cama, cuando despertamos somos un día más mayores.
jueves, 17 de mayo de 2012
Olí el viento, lo vi libre y me enamoré (lo vi libre y me enamoré). Me despertó tan dulcemente, acarició mi pelo y me enamoró. Y la lluvia madruguera golpea en mi ventana, vos caés, y mientras, yo, te observo caer, así.
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