Los niños nunca deberíamos ir a la cama, cuando despertamos somos un día más mayores.
lunes, 18 de junio de 2012
El abrazo que le di al espejo me duró todo el tiempo que viví. En segundos y fracción, por mis ojos vi pasar cada sueño que logré. Y mi boca sonrió (y pude tocar mi fe).
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