miércoles, 14 de septiembre de 2011

La señorita Y., joven despreocupada, descubre que no nació de un repollo.

En este momento siente
que se han muerto todas las cigüeñas del mundo
y que los repollos tienen un sabor muy amargo
y que a los bebés no los traen de París
(los bebés, descubre, a lo sumo desaparecen
en el Centro Piloto de París)

en este momento está mirando una foto
en un pedazo de diario arrugado
que trajo el viento
hasta su jardín

¿o no fue el viento?

el diario trae una foto
en la foto, nítido, su propio rostro
pero peinado a la moda de los setenta
y abajo
una fecha
y más abajo aún
ni olvido ni perdón
juicio y castigo a los culpables

la señorita Y. corre ahora
embistiendo la carne de la noche

deja atrás la casa
el césped verde inglés
se arranca las ropas
hasta quedar desnuda
como un bebé malparido
que llora
y que grita

y que quiere ser nadie.

4 comentarios:

  1. perdoname por usar una frase trillada, pero
    mañana los lápices van a escribir más fuerte que nunca.

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  2. Gracias por publicar mi texto, Danis. Me alegra que te haya gustado Country. Saludos fraternales.
    Bruno.

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