lunes, 12 de diciembre de 2011

Deseó con toda su alma que sus manos se elevaran. ¡Si pudieran transformarse en aves y elevarse volando!

Le gustaría que la llevaran lejos, lo más lejos posible. Acercándose a la ventana que daba al patio, elevó sus manos al cielo, quería huir de sí misma, no quería pensar en tomar una determinación, no quería volver a hablar. No quería que sus palabras gritaran su dolor.

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