miércoles, 11 de julio de 2012

Siempre he amado a Naoko, y la amo todavía. Pero lo que existe entre Midori y yo es algo definitivo. Es una fuerza a la que me cuesta resistirme, y me da la impresión de que seguirá arrastrandome en el futuro. El amor que siento por Naoko es plácido, dulce y transparente, pero mis sentimientos por Midori son de una naturaleza distinta. Se levantan y andan, respiran y laten. Me sacuden de los pies a la cabeza. No sé qué hacer. Me siento confuso. No pretendo excusarme, pero, a mi manera, he intentado ser lo más sincero posible y no le he mentido nunca a nadie. Siempre he tenido cuidado de no herir a nadie. No tengo la menor idea de cómo he caido en este laberinto.

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